Los problemas del pais y del pueblo, ¿Son los “Planes”?

Los problemas del pais y del pueblo, ¿Son los “Planes”?

La cuestión de los planes y movimientos sociales, está lejísimo de ser el gran problema económico de Argentina, más aún comparado con lo que roban y fugan del país los grandes capitales locales y extranjeros. Pero los medios de comunicación, que son parte de esos grandes capitales, destacan este tema, y muchos políticos, periodista, etc., le hacen coro a esos medios. El tema lo saco la vicepresidenta, pero los medios ocultaron el 90 % de su discurso.

J.D. Perón, “La hora de los pueblos” capítulo I, 1968:  “El desastre  económico  y  la anarquía  social  son sólo consecuencias. Los  que  pretenden solucionar  este  problema  con empréstitos  o arreglos  económicos  y  sociales  sin ir a las causas fundamentales del mismo,se pasaran la vida en una tarea inoperante e intrascendente, como resulta toda acción que intente solucionar las consecuencias, dejando subsistentes las causas que las ocasionan.

En los debates no se pregunta ¿cuál es el problema, cuándo, cómo, y porque se genero? No preguntarse eso es evitar ir a las causas. ¿Cuál es el problema? La enorme desocupación, por eso hay planes y movimientos sociales. ¿Cuándo comenzó? A fines de los 80’s el capital internacional y local, y la oligarquía, lanzan un golpe de mercado, la hiperinflación, desestabilizan al gobierno de Alfonsín y amenazan al entrante gobierno de Menem. Si bien la desocupación ya venía creciendo, en tres años del gobierno de Menem, 1993, desborda llegando al 20 %. Allí comienza.

¿Cómo se generó el problema? Por un lado, la apertura de la economía, eliminando la protección a la producción nacional, y los impuestos que pagaban los productos importados para la venta en la Argentina, y, por otro lado, la convertibilidad, el 1 a 1 del peso con el dólar, lo que dejaba más en desventaja lo nacional en los precios internos, dado que un producto que venía del extranjero a vender a 10 dólares no se podía producir acá a 10 pesos. Ante eso muchos empresarios compraban en el exterior lo que antes producían en sus fábricas en el país y lo colocaban en su red de ventas interna. Otros empresarios fueron a producir al sur del Brasil y traían sus productos al país, etc. El impacto en la desocupación fue enorme.

El porqué del problema: con el avance tecnológico los países “desarrollados” necesitaban todos los mercados del mundo para colocar las cantidades que producían. Además, la enorme acumulación de capital de los grupos financieros internacionales no hallaban ya suficientes lugares de inversión rentable. (No fue casual que eso ocurra tras la derrota de la Unión Soviética que creo condiciones para la imposición y la impunidad de los planes de EE.UU. y el capital financiero internacional, fue un cambio enorme en las relaciones de fuerza internacionales). Eso no alcanzo a saciar la avidez del capital financiero internacional, y años después llega el “corralito”, el robo en las cuentas personales en los bancos; despertando de su ilusorio y fantasioso sueño a la “clase media”, allí estalla el 19 y 20 de diciembre del 2001, y aparece las consignas  “pi quete  y  cac er ol a,  l a  l uc ha  es  una  sol a ”,  y  “que se vayan  todos ”  . Entonces era la  clase trabajadora ocupada y desocupada, y la “clase media”, más o menos el 95 % del país. Eso demostró una vez más que el pueblo puede. Aunque parte importante de la “clase media” es proclive a ilusionarse creyendo en las carnadas que le tira el gran capital. Pero una vez más, ¿y van…? las ilusiones son barridas por la realidad. El “por qué” del problema se puede ver por los resultados, era (y sigue siendo) poner el mercado interno, las riquezas naturales, las empresas del Estado, la Argentina toda a disposición del capital internacional. Luego, como resultado del estallido  social del 19 y 20 de diciembre y las luchas posteriores, llega Néstor Kirchner al gobierno, al tiempo el dólar está a 3 pesos y se recuperan millones de puestos de trabajo, ya que ahora 10 dólares eran 30 pesos y era posible producir y vender ese producto en el país. En una palabra, el problema fue creado por el capital financiero internacional, la oligarquía criolla y el capital local.

Años después, ante medidas proteccionistas del gobierno de Cristina Kirchner,  Clarín, 2- 8- 14 ,  p ág.  8 :  “La Organización Mundial de Comercio (OMC) falló ayer contra la Argentina. El fallo se basa en las quejas presentadas por la Unión Europea, EE.UU. y Japón, quienes celebraron el fallo”. “El Comisionado de la Unión Europea, De Gutcht celebró la decisión que indicó que “determinadas condiciones que impuso la Argentina a las empresas que pretenden importar productos violan la ley de la OMC.” Es una gran victoria para los trabajadores industriales y agricultores, dijo Michael Froman, representante de EE.UU. en la OMC, “las medidas proteccionistas de la Argentina impactan sobre un amplio segmento de las exportaciones de EE.UU. y potencialmente afectan miles de millones de dólares en exportaciones norteamericanas cada año que sostienen empleos de alta calidad para la clase media estadounidense”, consideró Froman.” O sea, se eliminan empleos en Argentina para mantenerlos en EE.UU.

Unos años después, “elEconomista.es” de España, 13- 7- 17: “Janet Yellen, presidenta de la Fed (Banco Central de EE.UU.) reconoció ayer ante el Congreso de los EE.UU. que la tecnología y la globalización están aniquilando a la clase media, que los salarios y los puestos de trabajo que requieren una calificación baja o media están disminuyendo, lo que presiona a la baja las rentas procedentes del trabajo e intensifica la desigualdad de ingresos. El cambio tecnológico ha eliminado puestos de trabajo y la globalización ha reforzado el impacto de la tecnología. Esto también preocupa al Banco Central Europeo. En la Eurozona también está desapareciendo la clase media con unos efectos similares a los de EE.UU.”

Conclusión: el avance tecnológico cada vez más veloz y productivo requiere cada vez menos trabajo humano para abastecer a la sociedad (a la humanidad) de todo lo necesario. Así, cada vez se eliminan más y más puestos de trabajo. La conclusión es clara: para que cada vez no haya más y más desocupados, hay que bajar las horas de la jornada laboral, sin bajar los salarios ya que se achicaría el poder adquisitivo del mercado en el momento que más se produce. Con jornada de 6 horas diarias se puede crear un tercio más de puestos, si se baja a 4 hs se puede duplicar la cantidad de puestos.

En el gobierno de Néstor Kirchner, se fue recuperando la situación, y en el gobierno de Cristina se quiso continuar, pero se hizo más y más difícil, ya que en el 2008 estalla la crisis en el Primer Mundo y se expande la todo el planeta. Hoy ya el mundo entero está en crisis.

Continuemos. ¿Pero quién incorpora los avances tecnológicos a la producción?, el patrón, el capitalista; y, ¿porqué?, está obligado por la lógica del sistema, si no lo hace, antes o después pierde; o sea, la competencia entre capitalistas es el factor que exige el avance tecnológico, ¿y cuál es el resultado de cada avance? Más producción, y menos cantidad de puestos de trabajo y de salarios; más productos a la venta y menos salarios para comprar, por ende competencia capitalista más agudizada, que exige más avance tecnológico para sobrevivir como capitalista.

Ante la creciente desocupación, lanzaron los programas sociales (planes), y a la vez una campaña permanente para  “convencer” a la clase m edia de que sus problemas devienen de que se aumentan lo s im puesto s que paga para pagar esos planes, cuando es exactamente lo contrario: si no estuvieran esos planes caería el consumo cada vez más, y tras eso, se caería más rápido, de lo que se está cayendo, la clase media. Pero claro, mientras tanto los grandes capitales (y varios no tan grandes) fugan fortunas hacia el exterior y  los  “paraísos  fiscales” .

La Nación, 18- 11- 16, por H. Alconada Mon: “El dinero negro de las redes criminales. Un Pacto de impunidad”. “El “círculo rojo” goza de impunidad. Así funcionó, funciona y parece que quiere seguir funcionando en la Argentina. El problema es que sus miembros tradicionales --políticos, empresarios y banqueros, jueces y fiscales, sindicalistas y no pocos periodistas y dueños de medios– ahora no son los únicos beneficiarios de ese sistema que les provee impunidad. Ahora también lo usan narcos, traficantes de personas  y otros baluartes de estirpe similar, como algunos financistas del terrorismo. ¿Por qué? Porque los mismos canales que utilizan los miembros  del “círculo rojo” para lavar su dinero negro o sacar fortunas del país también extendieron sus servicios a, por ejemplo, los narcos que a su vez recurren a ellos porque cuentan con protección política. Y si son intocables como lo son, ¿por qué no aprovecharían la oportunidad? Esto puede resultar sorpresivo e inquietante para algún lector. Pero no es una novedad para los integrantes del “círculo rojo”. Lo saben desde hace rato y muchos son cómplices. Por acción u omisión.”

No negamos que se ha degradado la vida y la conducta de muchos sectores, y también en la miseria, pero la degradación viene de “arriba”, del gran capital; luego de la desocupación inundaron la sociedad con droga, ¿quién trae la droga del exterior al país? los grandes capitales (el Grupo Vicentín está en ese “negocio”, diario Página 12, 27- 8- 2022). Otro tanto ocurre con la corrupción en las instituciones, etc.

Los avances tecnológicos traen consecuencias en  la relación de los intereses entre las clases y capas sociales.  Por ende, si en la Argentina a comienzo de los 90’s se caerían alrededor de tres millones de puestos de trabajo, es demasiado ingenuo pensar que el poder real, los grupos económicos locales y extranjeros y la oligarquía, no previeran que, en adelante, las conductas no serían las mismas que con el casi pleno empleo anterior. Conocen muy bien a la clase trabajadora argentina y su historia (se podría decir que la conocen mejor que la propia clase trabajadora). ¿Cuál historia? Entre muchas más, las luchas de la Patagonia y la Semana Trágica, las huelgas en la década del ´30, la sublevación obrera del 17 de Octubre del ‘45, de la que nació el peronismo, la huelga del Frigorífico Lisandro de la Torre del 1959 seguida por huelga general, las luchas durante toda la década del ‘60, el Cordobazo, el Rosariazo, Mendozazo, Rocazo, Vivorazo, etc., las luchas de 1975 que derrotaron al Rodrigazo, la resistencia a la dictadura, la epopeya de las madres, las movilizaciones por Malvinas, las ollas populares, las marchas del silencio, los cortes de rutas, y el 19 y 20 de diciembre del 2001, etc.  El poder económico no podía dejar en la calle a 3 millones de trabajadoras y trabajadores y no prever nada, hubiera sido un suicidio. Tenía que preparar un plan para maniatar, dentro de ciertos límites, al movimiento de excluidos, y que no se le fuera de las manos la situación. (¡Ojo, ellos prevén, nosotros no!)

Pensemos sino ¿a quién le conviene la cantidad y variedad de contradicciones de los movimientos sociales entre sí y los límites de su accionar, cosas que sin duda le restan fuerza?, ¿a quién le conviene que la CGT no los incorpore dentro de su estructura?, ¿acaso eso les conviene a las y los trabajadores ocupados? ¡Al contrario! También les resta fuerza, y cuando más desocupados hay más bajan los salarios, ¿acaso cuando un gremio firma su convenio, pregunta cómo le va a los otros gremios en su paritaria y se pone a disposición para ayudar al otro gremio en lo que necesite?, no, para nada.

El Papa Francisco, en el Encuentro internacional de Organizaciones Sindicales: “Cuídense de la tentación del individualismo colectivista, es decir, de proteger sólo los intereses de sus representados, ignorando al resto de los pobres, marginados y excluidos del sistema. Mi segundo pedido es que se cuiden del cáncer social de la corrupción.”

Todos estos individualismos y divisiones tienen que ver, sin duda, con el poder económico que presiona, chantajea, fractura, amenaza, persigue, corrompe, etc., en fin, “trabaja” a dirigentes. Muchos de los errores y contradicciones de los movimientos sociales y sindicales son fruto de ese “trabajo” del enemigo. Papa Francisco, Fratelli Tutti, IV: “no se puede abordar el escándalo de la pobreza promoviendo estrategias de contención que únicamente tranquilicen y conviertan a los pobres en seres domesticados e inofensivos.”

Porque ¿qué diferencia hace la inflación entre una persona desocupada y ocupada, entre el obrero de la construcción, de la o el docente, etc., etc.?, ¿no perjudica a todos y todas? ¿Qué diferencia en la inseguridad, la salud, etc.? Nada explica ni justifica esas divisiones e individualismo como no sea el beneficio a los intereses del enemigo para debilitar nuestra fuerza, para que  no podamos actuar en común en defensa de nuestros intereses comunes. Por eso, si bien no se puede evitar encarar la lucha por lo inmediato, por que el hambre no puede esperar;  pero junto a esa lucha por lo inmediato, sin falta tenemos que pensar, debatir y encarar los problemas más profundos, las causas de todo esto. ¿Por qué?, J.D. Perón, ¡¡ 1968 !! Libro “La hora de los pueblos”, capítulo IV: “El mundo superpoblado y superindustrializado, presenta para el futuro un panorama que la humanidad todavía no ha conocido. Todos los problemas que hoy se ventilan en el mundo son, en su mayoría, producto de esta superpoblación y superindustrialización, sean problemas de carácter material o sean problemas de carácter espiritual. Si ese es el futuro de la humanidad, es indudable que estos problemas irán progresando y produciendo nuevos y más difíciles problemas emergentes de las  circunstancias enunciadas.”

Encíclica “Fratelli tutti”, 4: “La sociedad mundial tiene serias fallas estructurales que no se resuelven con parches o soluciones rápidas meramente ocasionales. Hay cosas que deben ser cambiadas con replanteos de fondo y transformaciones importantes. El Papa en el III Encuentro en Roma:  “Mientras no se resuelvan radicalmente los problemas de los pobres, renunciando a la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la inequidad, no se resolverán los problemas del mundo y en definitiva ningún problema”.

Todo esto no es nuevo: Libro “El trabajo de las Naciones”, Noviembre de 1990, por Robert Reich, Ministro de Trabajo de Estados Unidos en la presidencia de Bill Clinton. Capitulo 2, (…) pág. 36: Una severa depresión afecto a gran parte de Europa y América en 1873. Otra similar se produjo en 1893. (…) Pág. 37: Una de las consecuencias más importantes del exceso de capacidad industrial fue su efecto sobre las políticas nacionales. Desde que Alexander Hamilton había promovido el subsidio y la protección de los nuevos fabricantes. (…) Solamente Gran Bretaña, cuyos fabricantes eran los más desarrollados, y por eso figuraban entre los principales beneficiarios del libre comercio, se resistió a unirse a esta escalada proteccionista. (…) pág.38: Hasta que después, como no dejo de advertir la prensa británica, eso mismo facilito la “invasión económica” de los norteamericanos y alemanes. (…) Cuando el mercado local no podía absorber totalmente los nuevos productos y los mercados extranjeros que producían bienes manufacturados estaban cerrados aún quedaba otra salida: las regiones y naciones más pobres. (…) La competencia por esas “esferas de influencia” dio aún más validez al difundido concepto de que en la nueva  era industrial,  el éxito  económico de una nación  se lograba  a expensas de  otra . ”

Hace más de 50 años: J.D. Perón, 1968, “La hora de los Pueblos, IV: “…la humanidad ha demostrado -a lo largo de toda la historia de los tiempos-  que cuando se ha carecido de alimentos o de elementos indispensables para la vida, como las materias primas y otros, se ha dispuesto de ellos quitándolos por las buenas o por las malas, vale decir con habilidosas combinaciones o mediante la fuerza, quiere decir que nosotros estamos amenazados a que un día los países que tienen un extraordinario poder jueguen ese poder para despojarnos de los elementos que nosotros disponemos.”

Los problemas comienzan leves o chicos y si no se solucionan se agravan y crecen. Eso ocurre no solo en nuestro país sino en el mundo entero. Los problemas de los perjudicados no los van a resolver quienes se benefician con esos problemas, solo los perjudicados podemos resolverlos.  La situación actual, con a su agravamiento acelerado y la magnitud mundial de los problemas nos genera una sensación de impotencia, ¡qué puede hacer uno frente a tamaños problemas! , es más, ¡no me quiero ni enterar de los problemas, prefiero ignorarlos! Es que  individualmente estamos impotentes, pero esa sensación es un momento de nuestro estado de ánimo pues no solo los problemas continúan, sino que se agravan y aparecen otros nuevos, lo que agudiza nuestra preocupación y no permite que la impotencia nos paralice o nos haga evadir, sino que además esos problemas afectan cada vez a más y más sectores sociales y personas que son compañeras y compañeros de trabajo, vecinos, familiares, amigos, etc., lo que antes o después nos lleva a comentarios, conversaciones sobre esos problemas y eso hace que vayamos superando la mirada individual, y a generalizar esos comentarios y conversaciones. Empujado por ese agravamiento acelerado que no cesa, se llega, antes o después, pero se llega a un debate generalizado, que debemos construirlo entre todos. Las muchas opiniones nos alejan de sentirnos solo y aislados, y ayuda a superar el individualismo. La variedad de opiniones y reflexiones nos ampliara el panorama y la capacidad de llegar a entender las causas de los problemas, el camino recorrido y nuestras insuficiencias y errores (que el enemigo aprovecha), y llevara a que nos constituyamos en una fuerza seria, importante, en condiciones y posibilidad de cambiar las cosas.

PARIENDO UNA NUEVA SOCIEDAD – SEPTIEMBRE 2022

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