Trabajo en riesgo. La crisis mundial y un botón de muestra: el acero

Trabajo en riesgo. La crisis mundial y un botón de muestra: el acero

La crisis económica mundial ha provocado graves problemas en nuestros países, más allá de no ser éstos responsables por tamaño descalabro planetario.

Esta situación se debe a que el proceso de globalización ha inter-conectado tanto al mundo, a sus diferentes componentes entre si, que nada ni nadie puede escapar de las consecuencias de las crisis econó-micas, del desarrollo tecnológico, de la degradación ambiental; tampo-co del desempleo masivo provocado por estas crisis y por el avance de las tecnologías.

Clarín, 29 de mayo de 2009, “La OIT pronostica una cifra total de 239 millones de desocupados”. “(…) se sumarán 59 millones de personas con pérdidas de trabajo en 2009, en relación a los 39 millones que se sumaron en 2007”, afirmó J. Somavia, director general dela OIT.

¿En qué situación se encuentra la producción de acero, el producto que maneja el mayor grupo económico argentino, ya globalizado?

Entre 1974 y 2000 la demanda mundial de acero creció a un ritmo de 0,7% anual, en un proceso plagado de transformaciones que significó el traspaso de empresas nacionales a globalizadas, de empresas públicas a privadas, y concentración en manos de grandes holdings.

En cambio, entre 2001 y 2006 ese crecimiento fue de 7,2% anual im-pulsado por el desarrollo de China (en 2006 requirió el 34% de la demanda mundial) que se veía obli-gada al principio a importar gran parte de lo que necesitaba.

Fusiones de empresas: el imparable camino a la concentración

En 2006, el primer productor mundial Mittal Steel (India) compra a la 2° acerera, la europea Arcelor. En Argentina el gigante brasileño Gerdau (dueño de la siderúrgica local Sipar) compra Aceros Bragado para compe-tir con Acindar (empresa del grupo Arcelor-Mittal), concentrando entre ambas el 97% de la producción nacional de hierro para construcción. El Economista, 24 de noviembre de 2006, “Volvió la fiebre de las fusiones. (…) el grupo siderúrgico ruso Evraz adquirió (…) el control de su competidor estadounidense Oregon Steel Mills, con lo que pa-rece acelerarse la tendencia a la concentración entre los grandes productores globales de acero. (…) Pocos días antes, la brasileña Com-panhia Siderúrgica Nacional (CSN) ofreció US$ 8.000 millones por su rival angloholandés Corus (…)”.

El proceso de concentración mundial alcanzaese año la suma de 3,5 billones de dólares en fusiones y adquisiciones. Hacia fin de año Tenaris se ve obligado a desmentir que fuera a ser comprada por la rusa Gazprom, rumor alentado por la opinión de los mercados de que las empresas argentinas de cualquier rubro son compradas por grupos extranjeros.

Todo este proceso fue motorizado por la gran cantidad de dinero disponible debido a la creación de las burbujas financieras en pleno funcionamiento.

China: de importador a exportador de acero

Mientras tanto, China iba incrementando su producción (en 10 años pasó del 15% al 35% de la producción mundial). En 2001 producía 127 millones de Tn., y ya en 2005 produjo 350 millones de Tn.

Clarín, 28 de octubre de 2005: Daniel Novegil, titular ejecutivo de Terniun (…) le dijo a Clarín que ‘el nuevo rol de China merece especial atención. China es hoy responsable del 35% de la producción de acero. Este año superará las 350 millones de toneladas, 100 millones más que en los dos últimos años. (…). Este año tendría un excedente de 19 millones; casi 4 veces lo que produ-ce Argentina’,”.

Un año después, el 31 de octubre de 2006, en Clarín se podía leer que: “se proyecta que hacia 2010 China esté produciendo unos 700 millones de toneladas, con un excedente de 250 millones de toneladas”.

La gran demanda inicial de China provocó aumento de precios y alentó la producción mundial y la inversión en tecnología para competir mejor. Ahora que produce excedente para colocar en el mercado mundial se corre el riesgo de que se repita la invasión china como con los textiles, calzado y electrónica, con el consiguiente descenso de precios.

Clarín, 28 de octubre de 2005: “(…). Durante los últimos años, para abastecer su crecimiento, China importó materias primas a granel, ayudando en precios y cantidades al crecimiento latinoamericano. Pero mientras importaba fue constru-yendo un sin número de fábricas no sólo para sustituir esas importaciones sino para transformarse en un exportador de primera. Un claro ejemplo es el acero”.

Latinoamérica, muy beneficiada en la etapa de expansión china, ahora teme por la baja de precios y la disminución de exportaciones y clama por medidas proteccionistas, pero ¿hasta cuándo estas pueden ser efectivas? La obligación de competir incentiva la inversión en tecnología con la consiguiente disminución de precios que finalmente termina penetrando las barreras aduaneras. En 2002, el fin de la convertibilidad y la paridad 3 a1 con el dólar, benefició temporalmente a empresas como Siderca que pagaba sueldos en pesos devaluados y cobraba los tubos exportados en dólares. Seis años después, ya se comienza a reclamar un dólar por encima de $4 para recuperar competitividad.

Y finalmente ocurrió…

En 2008 se produce el estallido de la burbuja financiera. La caída de bancos y fondos de inversión, y la crisis de las automotrices y de la economía mundial en general genera una reducción abrupta de la demanda.

Renglones atrás veíamos cómo el desarrollo acelerado de China y la competencia a nivel global ya estaban introduciendo un conflicto muy grave en el sector mucho antes de que se desate la actual crisis.

Ante esta grave situación Paolo Rocca se sincera: Clarín, 12/diciem-bre/2008, "Nuestras empresas están expuestas aquí y en el mundo, falta crédito y los consumidores ahorran bajando la demanda en EE.UU y China", "Vamos a postergar inversiones", “El desbalance del comercio es gigantesco y hay que corregirlo".

Siderar y Siderca del grupo Techint anuncian que suspenden millonarios programas de inversiones. El grupo Gerdau hace lo mismo con las que tenía previstas en Sipar de Rosario.

En 2009 la producción de acero en Argentina cae más de 30% respecto de 2008 y 50% respecto de 2007 (Clarín, 17/abril/2009). La causa es la caída de la actividad en ramas de la industria como la construcción, auto-motrices y máquinas y equipos. A diferencia de crisis anteriores donde se suplía la caída interna con más exportaciones, la recesión global torna imposible ese proceso.

El 18 de junio, en Clarín, el CIS, Centro de Industriales Siderúr-gicos, vuelve a “(…) reclamar al gobierno medidas de protección frente a la competencia exterior, en especial de China. El principal problema es que el gigante asiático es un comprador de importancia de cereales y alimentos de la Argen-tina. Y ante cualquier traba adicional a sus exportaciones, podría llevarlo a desplazar compras a otros mercados”. Esto quiere decir que una profundización de la protección de la industria nacional llevaría a la pérdida  de  un  importante mercado para los empresarios rurales, los cuales han demostrado ya en 2008 todo su poderío para evitar políticas que afecten a sus intereses. Por la contraria puede entenderse entonces, que un avance de los sectores de la economía ligados a la agro-exportación, afectaría fuertemente a los intereses industriales.

A nivel mundial la crisis del acero también se siente: en EE.UU cae la producción de acero un 52%, en Europa un 44%, mientras que China prevé pérdidas en el 1° semestre (Clarín, 24/abril/2009). De prolongarse la recesión, las empresas chicas cerrarán o serán compradas. Cuando los capitales extranjeros hayan comprado todas las empresas locales ¿cuánto tardarán en dictar directamente las políticas para la región? Y aún así, no está asegurado que puedan generar un aumento del consumo y el bienestar general si hasta ahora la gran producción mundial descansó sobre el consumo de EE.UU, "(…) el principal devorador de mercancías y servicios que ha mantenido las fábricas en funciona-miento, las minas en plena producción y los puertos repletos de produc-tos(…)” a decir del New York Times (reproducido por el Clarín del 09/fe-brero/2008), ayudando de este modo a sostener las economías regionales.

Esto hizo pensar que la recesión no llegaría a EE,UU, pero la interconexión global, que permite abastecer mercados internacionales en cuestión de horas, hoy está jugando al revés: los consumidores estadounidenses reducen sus gastos, enfrían la demanda de producción y arrastran hacia abajo a la economía mundial.

Aquí en Argentina surge entonces un interrogante: en este contexto recesivo ¿cuánto podrá resistir el grupo Techint la oleada de concentración típica de esta etapa?

Vemos cómo en un mundo globalizado todo está relacionado. Es por eso que el proceso de reducción de mercados, feroz competencia, concentración económica y desarrollo tecnológico, que se profundiza con la crisis actual, (y se agravará aún más con las inevitables crisis futuras), siempre conspira contra las fuentes de trabajo.

 

Julio de 2009

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