Clarín, 11/10/2011, Ultimas chances para frenar el cambio climático: “la mitad de la ciudad de Buenos Aires bajo el agua. La mayoría de las poblaciones de la pampa húmeda desaparecidas bajo enormes lagos salinos. Todo el noroeste sumido en una sequia permanente. El Chocón sin agua por años. La generación de la electricidad por energía hidroeléctrica reducida a menos de la mitad. Enormes migraciones hacia la zona cordillerana de la Patagonia en busca de agua. Eso para la Argentina. El resto del mundo estaría aun en peores condiciones… es apenas la conclusión del último informe de la Oficina Meteorológica de Gran Bretaña sobre las consecuencias de que no se llegue a un acuerdo para reducir las emisiones de gases contaminantes que producen el efecto invernadero…antes del 2012”.
Volvemos sobre el deterioro medioambiental que no encuentra solución y nos afecta cada vez más.Hace años que escuchamos: el medio ambiente se degrada, que el agujero en la capa de ozono se agranda, el calentamiento global avanza, las aguas contaminadas, la fumigación con glifosato, los derrames de petróleo, las olas de frio, de calor, etc. En estos últimos años empezamos a ver las consecuencias, granizos frecuentes, el tornado de 2012 y ahora las inundaciones de capital federal, La Plata y la Ciudad de Santa Fé y un tornado en Gral Ramírez (Entre Ríos) en la misma semana. Hoy se reclama ayuda a El Estado. Esta bien. ¿Pero que sucederá cuando sean decenas de ciudades? Además; ¿Se le puede poner precio a las vidas?
Científicos pronostican que millones de personas morirán por el "calentamiento global extremo" Por Víctor Ingrassia | LA NACION 06/12/12
DOHA, Qatar (de un enviado especial).- Parte de la gran comunidad científica que analiza los cambios climáticos de la Tierra está reunida aquí en Doha, Qatar, ya se expresó: el planeta va en dirección a un calentamiento global extremo, donde pocos seres vivos podrán adaptarse y millones de personas morirán.
La comunidad científica y millones de personas esperan que los ministros delegados de los 195 países participantes de la Cumbre Mundial de Cambio Climático de Naciones Unidas firmen un acuerdo serio y jurídicamente vinculante para reducir los gases de efecto invernadero (GEI), responsables del calentamiento de la Tierra.
De acuerdo al organismo, las emisiones de los GEI más significativos provenientes de combustibles fósiles crecieron un 2,6% en comparación con los niveles de 2011, hasta llegar a las 35.600 millones de toneladas. Las emisiones de Co2 en la atmósfera serán este año 58% mayores que en 1990, el año tomado como parámetro por el Protocolo de Kyoto para reducir en 5,2 por ciento los gases contaminantes que provocan el cambio climático.
"La subida del nivel de los océanos supone una amenaza particular para quienes viven en áreas a nivel del mar, desde Bangladesh a ciudades como Nueva York, Londres y Buenos Aires, ya que se incrementa el riesgo de tormentas, erosión costera y, en el peor de los escenarios, inundaciones de grandes áreas de terreno", explicó El presidente del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), RajendraPachauri.
La profesora Corinne Le Quere, directora del Centro Tyndall para la Investigación por el Cambio Climático, en la Universidad de East Anglia (Inglaterra)," Me preocupa que los riesgos por el cambio climático sean demasiado altos en nuestra actual trayectoria de emisión de Co2. Necesitamos de un plan radical, y ya. Es como si no se estuviera escuchando a la totalidad de la comunidad científica",
Cada vez más lejos de un acuerdo para detener el cambio climático Por Gustavo Sierra09/12/12 Clarín
El planeta sigue aún muy lejos de alcanzar un acuerdo para detener el cambio climático. Después de 18 cumbres con la movilización de miles de personas alrededor del mundo y millones de documentos, los delegados de 195 países mantienen diferencias insalvables. Esta vez, en Doha, Qatar, donde finalizó ayer la décimo octava cumbre de la ONU, el viceprimer ministro qatarí que presidía por protocolo, impuso a último momento un documento en una maniobra más cercana a una asamblea universitaria que a una reunión del más alto nivel diplomático.
En tanto, los científicos ratifican su predicción de que si no se limita a dos grados centígrados el aumento global de la temperatura con respecto a la era preindustrial, vamos hacia una catástrofe. En este momento nos encaminamos a un aumento de 3,3 grados para el 2050. Esto significa olas de calor sin precedentes, incremento de un 30% en las precipitaciones, aumento significativo del nivel del mar y reducción notable de la producción de alimentos.
“Es el calentamiento global, estúpido” Por John Fullerton (presidente y fundador de Capital Institute) Clarín, Supl iEco 25/11/2012
En 1944, el famoso economista político Karl Polanyi explicó las raíces de la Segunda Guerra Mundial cuando escribió en La gran transformación: “La verdadera naturaleza del sistema (económico) internacional en el que vivíamos no fue advertida hasta que fracasó”.
Del mismo modo, los mayores economistas y teóricos de las finanzas aún no comprenden la interconexión fundamental entre la verdadera naturaleza del sistema económico y un ecosistema saludable. ¿Qué haría falta para que se den cuenta? Una crisis compleja, indivisible y sistémica.
Los científicos de los sistemas saben que la supertormenta Sandy y la sequía histórica que lo precedió son síntomas de una falla de diseño de un sistema económico, un sistema diseñado para circunstancias del pasado –planeta enorme, economía pequeña, recursos abundantes, desagües ilimitados– que ya no rigen.
Tomar conciencia de este problema de diseño del sistema significará una crisis existencial para el capitalismo. Nos empujará más allá de lo que sabemos que debemos hacer. En particular, sacudirá las bases de la economía:
Siguiendo el modelo provisto por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, necesitamos monumentales iniciativas para establecer límites y luego seguir parámetros vitales en áreas como la pérdida de biodiversidad, los ciclos del agua y nitrógeno, los contaminantes químicos y otros límites de ecosistemas críticos.
Regenerar los sumideros naturales de carbono Necesitamos un esfuerzo de proporciones bélicas para regenerar los sumideros naturales de carbono del planeta –océanos, praderas, selvas y turberas– cuya salud o deterioro permanente literalmente pone al futuro de la humanidad en la cuerda floja. Como ejemplo, el manejo integral de las vastas praderas del mundo –el segundo sumidero de carbono después de los océanos– promovido por Allan Savory, premio BuckminsterFuller, debe ampliarse para regenerar los 5000 millones de hectáreas mundiales de praderas que sufren la desertificación gradual (emisora de carbono y causante de catástrofes como hambre y guerras).
Aprender de la naturaleza Necesitamos reimaginar productos y servicios, modelos de negocios, cadenas de abastecimiento –de hecho, economías enteras tanto locales como regionales – y el sistema económico internacional, usando los principios de diseño holístico de la naturaleza que sabemos que conducen a la resiliencia.
La bióloga Janine Benyus, autora de Biomimicry( Biomímica ), ha desarrollado una serie de lecciones de diseño a partir de la naturaleza, que ella denomina principios de vida. Se trata de estrategias probadas de la naturaleza para la sustentabilidad que pueden orientarnos.
Necesitamos una economía de la suficiencia que no exija un crecimiento exponencial de la producción material a partir de recursos finitos en un planeta cuya escala es inamovible. Para que nuestros precios nos digan la verdad ecológica: a lo que no tiene precio no se le puede poner precio.
El contexto en el cual debe operar la economía humana incluye límites y bordes.
La expansión exponencial del capital financiero no es sólo un problema de codicia, si bien la codicia es un problema. En un planeta finito que es objeto de estrés, la meta de los enormes retornos financieros sobre un stock de capital financiero hoy cuantioso constituye un principio de diseño con grandes fallas. Comprender las implicancias de esta verdad física requiere no más inmersión en la abstracción financiera.
Inundaciones: no sirve barrer bajo la alfombra
Por Héctor ZajacGeOgrafo UBA, Magister Universidad De Nueva York. Clarín 03/04/13
Imaginemos la ciudad hace unos 80 años: casas bajas, extensa, atravesada por arroyos y ríos con importantes arboledas adyacentes que en el caso de la costa del Río de la Plata se convertían en densas masas boscosas y humedales. En los arroyos White y Medrano, hoy entubados, la gente nadaba y hacía picnics bajo frondosos membrillares.
Estos espacios cumplían un rol ambiental específico: los árboles y los suelos con vegetación actúan como grandes “esponjas” que absorben y liberan grandes cantidades de agua a los ríos, arroyos y a la atmósfera, ralentizando la escorrentía superficial y freática, disminuyendo sensiblemente el riesgo de inundaciones, las que son tanto un resultado de la velocidad de escurrimiento superficial del agua como del volumen de precipitaciones caído.
Desde aquel entonces los espacios verdes no han sido más que una variable de ajuste del crecimiento metropolitano, un “daño colateral” causado por períodos de ausencia sistemática de gestión ambiental en algunos casos, y en otros, por una urbanización “informal”, devenida del ya crónico conflicto entre la necesidad de espacio de una creciente población y la ausencia de políticas de vivienda pública o barata.
Desde los años noventa una descontrolada especulación inmobiliaria convirtió al AMBA en un “festival de torres”, muchas de las cuales se construyeron sin permisos adecuados, modificando criterios de zonificación, y sin estudios serios de impacto, lo que solamente puedo ser posibilitado por un alto nivel de corrupción municipal. Aunque signifiquen trabajo y capital para algunos sectores, no han contribuido de ningún modo a solucionar el problema estructural de la vivienda. Lo peor es que de acuerdo con evidencias recientes los profundos cimientos generan diques que comprometen la circulación freática de las aguas hacia el río, produciendo ascensos de la napa y empeorando las inundaciones. En el caso de los countries, la situación fue similar, pero con el agravante que las urbanizaciones ocurrieron directamente sobre espacios verdes de alto valor regulador del ciclo del agua como humedales del Delta o bosques de la zona sur.
Máximo histórico de Co2 en la atmósfera
Por Justin Gillis | The New York Times12 de mayo de 2013
NUEVA YORK.- El nivel de dióxido de carbono, el gas que más contribuye al calentamiento global, ha superado una temida barrera simbólica, según informaron esta semana los especialistas, y ha alcanzado niveles nunca vistos en la Tierra en millones de años.
Los monitores científicos han declarado que el gas llegó a una media diaria que supera las 400 partes por millón (ppm), lo que es un recordatorio serio de que los esfuerzos para controlar las emisiones provocadas por la actividad humana han fallado.
La mejor prueba que existe apunta a que la cantidad de gas en el aire no había sido tan alta desde hace, al menos, tres millones de años, es decir, antes de que los humanos evolucionaran, y los científicos creen que el aumento augura cambios muy importantes en el clima y el nivel del mar.
"Simboliza que hasta ahora hemos fracasado en detectar este problema", declaró el investigador Pieter P. Tans, que dirige el programa de control de las emisiones de la Administración National de los Océanos y la Atmósfera de los Estados Unidos (NOAA, según sus siglas en inglés), autor de los datos.
"Parece ser una inevitable marcha hacia el desastre", declaró Maureen E. Raymo, científica del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty, que depende de la Universidad de Columbia, Estados Unidos
No hace falta agregar nada acerca de los inminentes peligros para el planeta y la humanidad, ni tampoco acerca de la impotencia total y absoluta de los poderes constituidos. Pero estos dos datos de la realidad… ¿no son contradictorios?, ya que el peligro es tan grande y tan inminente (como afirman los científicos y corroboran día a día las catástrofes naturales), la determinación, la energía, la seguridad, la urgencia y contundencia de las medidas ¿No debería ser mucho más fuerte y firme que en situaciones normales?, sin embargo los poderes públicos internacionales están paralizados. ¿Cuál puede ser la causa de esa parálisis? Los artículos avanzan en aproximarse a una respuesta. Tanto en la parálisis en cuanto a las causas del calentamiento global del planeta, como en lo referente a tener en cuenta al clima y al medio ambiente en el desarrollo en los ámbitos locales. La causa es la defensa del capitalismo como sistema y de los intereses económicos de las grandes corporaciones. El sistema capitalista ha sobrepasado los limites tolerados por el ecosistema natural: planeta enorme, economía pequeña. Recursos abundantes, desagues limitados. Esto es cosa del pasado. ¿Estamos en una encrucijada? Una crisis existencial para el capitalismo o en su defecto una crisis existencial para la humanidad.
y nosotros los trabajadores, sintiéndonos impotentes ante tamaño panorama, observamos el proceso como destinados al fracaso, entre resignados, incrédulos e indiferentes.
